domingo, 7 de octubre de 2012

Mr. Sebastian y el mago negro






Una de mis películas favoritas es  "El Gran Pez", (Big Fish, Tim Burton, 2003) , basada en la novela Big Fish: A Novel of Mythic Proportions, de Daniel Wallace.



El relato trata de cómo la fantasía y  la realidad se alimentan entre sí, al grado de que, en muchas historias, conocer la diferencia carece de relevancia.

Big Fish explora también las relaciones padre-hijo, en el eje de lo que un padre puede contar a sus hijos y lo que éstos ponen en duda. ¿Quién es realmente mi padre, este contador de historias?

De este libro se me fijaron en la memoria tanto el fresco que Wallace pinta sobre el sur de los Estados Unidos, así como su fascinación por los mundos del circo, la magia y lo extraño, en el sentido de la palabra inglesa freak.

Por esta razón, cuando me encontré otro relato del autor,  Mr. Sebastian  and the Negro Magician (2007), traducida como Mr.Sebastian y el Mago Negro, sentí deseos de leerlo de inmediato.



Pero acerquémonos a la historia. Durante su niñez, Henry Walker pasa por desafortunados sucesos: primero, la muerte de su madre, y después, la caída en el alcoholismo de su padre, un próspero contable quien pierde su empleo y termina de conserje de un hotel para mantener a sus dos hijos.

Las únicas alegrías del pequeño Henry provienen de la relación con Hanna, su inteligente y bellísima hermana, quien desaparece misteriosamente, aunque Henry está convencido de que fue secuestrada por Mr. Sebastian.

Este misterioso y pálido personaje es un huésped del hotel, la única persona que había mostrado gentileza a Henry y que lo introdujo, previo juramento, al mundo de la magia. Una magia que, según su promesa, es verdadera y excede las vulgares ilusiones que producen otros magos.

Con grandes trabajos y superando la miseria, Henry se convertirá en un mago profesional y tratará de vengar la traición de ese hombre, su mentor y su figura más odiada, buscándolo a lo largo y ancho de los Estados Unidos y una Europa en guerra  para, después, regresar a su patria y enfrentar un destino aún más extraño, que lo llevará desde el éxito como mago en Nueva York hasta los caminos del Profundo Sur, viajando con la patética caravana del "Circo Chino de Jeremiah Mosroe".

Lo más inquietante de este relato, oscuro en comparación con Big Fish, es el planteamiento de que nuestra concepción del bien y del mal es eminentemente narrativa. Que dependen en gran medida de como nos empeñamos en concebirlos o, por decirlo de otro modo, de lo que queremos contar de nuestra vida y que, por descontado, nunca es igual a lo que realmente hemos vivido.

La vida de Henry Walker deja abierta  esta pregunta: ¿cuántas veces el relato que nos contamos sobre nuestra propia existencia, con sus héroes y villanos, su bien y su mal,  puede terminar por engañarnos?



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